Las obras de Shakespeare se han hecho dificultosas para quienes han
trabajado en su traducción o en su comprensión en inglés
debido a las características propias de las obras y a las circunstancias
especiales que rodearon su publicación inicial, todo lo cual
se puede enunciar así:
1. Las obras fueron escritas hace cerca de cuatrocientos años, y,
por tanto, algunas palabras, giros y modismos usados por Shakespeare
se han vuelto obsoletos o arcaicos.
2. No
parece que haya participado Shakespeare directamente en las ediciones
que se hicieron en su tiempo de sus obras, las cuales resultaron
con muchos errores de imprenta, omisiones, alteraciones de palabras,
etc..
3. Shakespeare
ha sido reconocido ampliamente como genio de la concisión,
además del extraordinario genio poético y dramático.
4. Gran
parte de sus obras está escrita en verso, lo cual, como se
expone en "Por qué en verso", puede hacer que el
significado aparezca un poco menos claro de lo que sería
escrito en prosa.
5. Que
utilizó un léxico sumamente amplio, no solo en cuanto
al número de términos en sí sino en cuanto
a las diversas acepciones de ellos que empleó.
Se conforma
así el cuadro en el cual aparece configurada la dificultad
inicialmente expuesta. Cuadro que, en síntesis, puede enunciarse
así: la concisión, le redacción en verso y
la amplia utilización de términos y acepciones, algunos
de ellos arcaicos y obsoletos, junto a todos los errores, omisiones
e imprecisiones de las primeras ediciones, conduce a que muchos
pasajes tengan una amplia posibilidad de interpretaciones y de sentidos.
Y la posibilidad de lograr el sentido real dado por el autor, aún
para quienes el inglés es la lengua materna, se dificulta.
Incluso aún para los estudiosos del tema hay algunas frases
cuyo sentido real sigue en duda.
Para aclarar
un poco lo referente a las ediciones iniciales de las obras
se hace en "Biografía
de Shakespeare"
un recuento de las circunstancias que rodearon la publicación
inicial
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